En el mundo del motor, cada elemento de un vehículo tiene un propósito que va…

Rehabilitación tras una lesión medular en accidentes de tráfico
Cada año, cientos de personas en España ven cómo un accidente de tráfico cambia su vida en cuestión de segundos. Entre las secuelas más graves, la lesión medular destaca por su impacto directo en la movilidad, la independencia y la calidad de vida. Según datos de entidades especializadas, entre 500 y 1 000 nuevos casos de lesión medular traumática se registran anualmente, y un porcentaje significativo está vinculado a siniestros en carretera.
La lesión medular se produce cuando la médula espinal sufre un daño que interrumpe la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. Dependiendo de la gravedad y la zona afectada, las consecuencias pueden ir desde una pérdida parcial de fuerza y sensibilidad hasta una parálisis completa. Esto supone un reto no solo físico, sino también emocional y social para quien la padece.
En este escenario, el papel de centros especializados como el Centro Alcume es determinante. Con sede en Madrid, Alcume se ha consolidado como un referente en rehabilitación neurológica, ofreciendo un abordaje integral que va mucho más allá de la terapia física convencional. Su equipo multidisciplinar —compuesto por fisioterapeutas neurológicos, terapeutas ocupacionales, neuropsicólogos y logopedas— trabaja de forma coordinada para diseñar planes de tratamiento personalizados que respondan a las necesidades concretas de cada paciente.
La fisioterapia neurológica avanzada es uno de los pilares del proceso. A través de técnicas específicas, se busca estimular las conexiones nerviosas, fortalecer la musculatura, mejorar la coordinación y prevenir complicaciones asociadas a la inmovilidad. Paralelamente, la terapia ocupacional ayuda al paciente a readaptarse a las actividades cotidianas, incluyendo aquellas relacionadas con la conducción, cuando las condiciones lo permiten.
Pero la recuperación no se limita al aspecto físico. Una lesión medular implica un fuerte impacto emocional que, si no se aborda, puede frenar o incluso impedir el progreso funcional. Por ello, el acompañamiento neuropsicológico es clave: permite gestionar el duelo físico, fortalecer la motivación y establecer nuevas metas realistas. Esta parte del proceso es esencial para que la persona vuelva a confiar en sí misma y recupere su autonomía.
El objetivo final es claro: devolver al paciente la mayor independencia posible y, cuando sea viable, permitirle retomar la conducción de forma segura. Alcume entiende que para muchos, volver al volante no solo significa desplazarse, sino también recuperar una parte fundamental de su identidad y libertad.
En un país donde el vehículo es parte esencial de la vida diaria y la movilidad personal se asocia directamente con la calidad de vida, apostar por una rehabilitación integral y especializada es invertir en futuro. Porque, aunque la lesión medular sea un reto enorme, con el tratamiento adecuado y el apoyo profesional correcto, es posible volver al asfalto con fuerza, seguridad y esperanza.
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